La Madre Tierra

La Madre Tierra ha sido reverenciada por gentes indígenas de todo el mundo durante mucho tiempo. Incluso, los científicos de hoy están listos para creer que la Tierra es verdaderamente una entidad que vive, que respira. Se acerca el final de otro ciclo. A lo largo de los siglos las mentes científicas y lógicas que alejaron a la humanidad de esta reverencia a nuestro planeta de hogar, están ahora volviendo a este pensamiento elevado. El resurgimiento de esta creencia innata en una Madre Tierra viviente y compasiva es sólo el comienzo de una verdadera apreciación de la grandiosidad de este Ser sagrado.

Después de millones de vidas de evolución a través de las experiencias permitidas en los planetas más avanzados, una corriente de vida empieza gradualmente a fusionarse con otros seres de nivel de evolución similar. Al final, esta entidad combinada nace como un planeta. Esto no es más que otro paso en el camino de retorno a lo Absoluto Mismo.

Cuando uno empieza a darse cuenta de que la Tierra es de hecho un Ser sentiente y sagrado, muchos pensamientos empiezan a tomar forma en nuestra mente. Tenemos una tremenda deuda con este Ser. Ella nos da sustento. Nos da un hogar en el medio del vació y frío espacio —un hogar adecuado para ganar experiencia a nuestro nivel de evolución actual.

Sabiendo que se le ha entregado tremendas energías que puede usar para ascender a su siguiente nivel de existencia, y que Ella esta demorando el uso de esta energía por cuanto le sea posible – por nuestro beneficio – es verdaderamente la clave para poder entender la Nueva Era venidera y nuestro lugar en ella. Los Maestros conocen esto y están trabajando arduamente para ayudar a la humanidad a evolucionar más rápidamente, para que así la Tierra pueda ocupar su lugar adecuado en el cielo con tanta humanidad como sea posible capaz de permanecer en Ella.